lunes, 1 de junio de 2015

Al anochecer II

_ Hablaremos mañana con más calma, Emma. Ahora ayúdame a preparar una cama para Leo._ Me dice de forma hosca mi madre.

_ ¿Pero qué encima se va a quedar a dormir?_ Es lo único que supe contestar en ese momento.

_ Sí, y dormirá en la habitación de tu hermano_ Me vuelve a contestar con frialdad mi madre.

Resignada me dirijo a ayudar a mi madre, sin evitar pensar en todo lo sucedido, me debato si preguntarle o no del tema pese a que me ha dicho que espere a mañana para hablar de ello. Pero no puedo esperar, necesito respuestas, están decidiendo sobre mi vida y parece que yo no tenga ni voz ni voto en ella. Cuando llego a la habitación de mi hermano, mi madre está hablando con él. Nada más levanta la mirada a mi, el muy capullo empieza a reírse. Somos tan diferentes, en cualquier aspecto. Mientras que él tiene el pelo de un color rubio oscuro y ligeramente rizado, el mío es castaño oscuro y liso. Él tiene los ojos de un profundo azul oscuro y los míos son de un color verde grisáceo bastante extraño. Y personalmente, mi hermano es el típico fiestero y "terror de las nenas" aunque apenas tiene tres años más que yo, a sus veintiuno acumula una larga lista de amoríos y corazones rotos. En cambio, yo soy una chica bastante sencilla y corriente, mientras él está de fiesta yo estoy leyendo algún buen libro o tocando la guitarra algunos de mis temas favoritos. En cuanto a romances, he besado algunas ranas, pero en vez de convertirse en príncipes se convertían en sapos feos y babeantes. Cabe decir que mientras pienso todo esto, mi hermano sigue riéndose.

_JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, Mamá, ¿Me estás diciendo que un ligue de Emi va a dormir conmigo?_ Comenta entre risas el muy mastuerzo.

_ No es mi ligue, atontado_ Le contesto malhumorada_ Mamá, ¿Podemos hablar un momento?

_ Sí, vamos a tu habitación_ Me contesta mi madre con un tono más relajado_ Leo, ya puedes pasar al cuarto de Eric.

Una vez estamos en mi cuarto, se hace un silencio incómodo entre mi madre y yo. Parece que no quiere hablar del tema, pero necesito que me cuente lo que pasa.

_Mamá, ¿Qué está pasando?, ¿Quién es él?, ¿Y por qué me tengo que ir?_ Le pregunto con voz nerviosa.

_ Emma, es difícil de explicar esta situación de manera tan prematura_ Me contesta mi madre con voz entrecortada.

_ Merezco saber la verdad_ Le digo a mi madre de manera solemne, mirándola fijamente a los ojos, de un azul tan oscuro y profundo como la noche, ciertamente, si los miras mucho tiempo, puedes perder el hilo de tus pensamientos.

_ La sabrás, pero todo a su debido tiempo. Sé que no es fácil de asimilar todo lo que está ocurriendo en cuestión de horas, pero confía en mi_ Me dice mi madre mientras viene a abrazarme, una vez en sus brazos, me permito soltar unas cuantas lágrimas contenidas, no sé cuanto rato pasamos así.

_ Ahora deberías descansar, Emma. Mañana será un día muy largo_ Me dice mi madre mientras me acaricia el pelo_ Buenas noches mi preciosa niña.

Después de que mi madre se hubiese ido me tumbé en mi cama y me dí cuenta de que estaba realmente cansada. Aún así, estaba demasiado nerviosa para poder dormir, no dejaba de darle vueltas. Me han pasado cosas extrañas antes, pero ninguna comparada a esta. Estuve horas imaginando que podía ser este gran misterio. Salió ganando la opción de que por fin iría a Hogwarts y claro en vez de traerme una carta, me traen un apuesto chico, se van renovando. ¿En serio he dicho apuesto a ese ser?. Y finalmente, me dormí.

_ Emi, despierta. ¡Venga!_ Me grita y zarandea el plasta de mi hermano_ Por cierto, tu rollete imita el ronroneo de una Harley mientras duerme, yo de ti no dejaría escapar un talento como el suyo.

_Mmm... genial, es todo tuyo. Ahora déjame dormir_ Le contesto aún somnolienta_ Espera... ¿Rollete?, ¿Cómo?, No jo***, no puede ser cierto.

Me levanto de un golpe y los recuerdos del día anterior me golpean hasta dejarme K.O. No puede ser verdad, esto debe de ser un mal sueño. Pero no, tal cual como estoy sospesando las probabilidades de que esto sea un sueño o haya caído en coma, aparece él, todo vestido de negro. Wow, el negro le queda bastante bien, le resalta el color de los ojos, no me había fijado ¿Son verdes o azules?, ¿Azul verdoso o verde azulado?. Creo que debería dejar de mirarle tan fijamente, está sonriendo y me da que va a soltar alguna de sus tonterías.

_ Buenos días Emma, espero que hayas descansado bien_ Me dice con voz melosa_ A propósito, estás muy guapa recién levantada.

_ Tío, lo llevas mal, ya le he dicho que eres una locomotora. No tienes oportunidad ya_ Contesta mi hermano. Se me había olvidado que seguía aquí.

_ Buenos días, me gustaría decir lo mismo de ti, pero mi secretaria me ha informado de ciertas cosas y ya no te veo de la misma manera_ Le contesto a Leo con toda la fanfarronería que puedo.

_ Vaya, ¿Debería llevar escote y una bonita falda ajustada?_ Comenta Eric con tono burlón_ ¿Erika suena bien, no?

_ Sí, te quedará todo muy bonito. Serás la reina de la oficina_ Le contesto con ironía.

Tal cual le digo eso a mi hermano sale trotando de mi habitación a ritmo de un popurrí de varias canciones de Beyoncé.

_ Emma, ahora deberías ir a comer algo, tenemos un largo viaje por delante_ Me dice Leo con una mirada reprobatoria.

Prefiero no tener que contestarle y me dirijo a la cocina. Antes de llegar oigo a mi madre hablar por teléfono y como buena Sherlock, me quedo al lado de la puerta para intentar oír con claridad lo que dice.

_ Sí, ellos saldrán hoy por la mañana de aquí, pero tomar un avión podría ser peligroso, los pueden descubrir. Leo ha alquilado un coche, tardarán más, pero estarán mucho más seguros. Yo iré allí en un par de meses_ Oigo decir a mi madre. ¿Dónde querrán llevarme?, no sé si quiero escuchar más_ Ahora debo colgar, creo que Emma ya está despierta y tengo que hablar con ella. Hablamos más tarde. Sí, lo haré. Adiós.

Decidí esperar un par de minutos antes de entrar en la cocina, aunque apuesto mi guitarra a que mi madre sabe que he escuchado parte de su conversación.

_ Seguiré haciendo como que no sé que estás ahí, Emma. Pero, tienes aquí esas galletas que tanto te gustan_ Dice mi madre con ironía. No se le escapa ni una.

Entro en la cocina disimuladamente, pero nada más poner los pies mi madre me abraza con fuerza. No sabría decir cuanto tiempo nos quedamos así, pero se me hizo corto. Pronto tuve que hacer las maletas y despedirme de toda la que había sido mi vida. Es lo más difícil que he hecho nunca, pero aún así, no lloré. No delante de Leo al menos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Hola chic@s! Si habéis llegado hasta aquí es que habéis leído la entrada que he escrito (cosa que me alegra mucho, mucho) por lo que solo me queda recordaros que vuestras opiniones son muy importantes para mí y estaré encantada de leeros y conoceros un poquito más, dicho esto, ¡No seáis tímidos! ^^