martes, 23 de junio de 2015

Al anochecer V

 _ ¿Cómo pretendes que me calme?_ Le contesté al borde de la histeria.

Y anduvimos en silencio durante un largo tiempo, pero eso tampoco me hacía calmarme. Estaba en un coche con alguien que acababa de conocer y lo único que me había traído hasta entonces son problemas. Y ya obviemos la parte misteriosa por la que he tenido que dejar mi vida atrás.

Bueno, al menos la vistas son bonitas, al cambiar de ruta ya no veía solo autopista y autovía, ahora nos metíamos por carreteras que daban a algunos pueblecitos. La mayoría de ellos estaban rodeados de frondosos bosques verdes típicos de cuento de hadas. Eso me hacía el viaje más ameno, bueno y la música, la radio parecía estar de mi parte esta tarde. Supongo que esas debían ser las únicas cosas que me calmaban mínimamente, porque quitando de eso, estoy hecha un flan. Sobretodo porque empezaba a anochecer y el plan no nos estaba yendo como él decía, aún no habíamos cruzado la frontera y andábamos perdidos entre carreteras estrechas que solo llevaban a pueblecitos tan pequeños que cuando te querías girar a observar el paisaje ya los habías pasado. Conforme iba anocheciendo, dichas cosas parecían cada vez más siniestras, la carreteras comenzaban a estar vacías y los tramos entre pueblos resultaban más largos. Llevábamos como media hora siguiendo una carretera oscura que no parecía llevar a ninguna parte, pero lo que más me asustaba es que hacía ya rato que no veía coches circulando, eramos los únicos allí.  

_ Leo, ¿Cuánto queda para llegar?_ Le pregunté algo preocupada.

_ Pararemos en el siguiente pueblo que veamos y buscaremos un sitio para dormir, mañana seguiremos con el camino.

Pasó un cuarto de hora hasta que encontramos un pueblecito. Una vez dentro empezamos a exploras sus calles en busca de algún hostal para poder pasar la noche, pero no veíamos nada ni a nadie. Nos reccorrimos el pueblo en veinte minutos y nada. Por lo que decidimos aparcar cerca de una placeta y bajamos del coche para buscar al menos un sitio donde cenar, cosa que nos llevó un rato encontrar también, solo había un bar-restaurante en todo el pueblo y por el ambiente del lugar, tendríamos que dar gracias a un ser divino porque estuviese abierto. Cenamos bastante mejor de lo que había pensado. Ahora solo nos quedaba encontrar un sitio para dormir. Por lo que decidimos preguntar al dueño del bar por un hostal.

_ Disculpe, ¿Sabe si hay algún hotel u hostal por aquí cerca?_ Preguntó Leo al hombre que había tras la barra.

_ Mmm... Sí, hay un hostal subiendo por esta misma calle, la primera intersección a la derecha y luego todo recto, no tiene perdida. _ Contestó el hombre con voz pasiva mientras se ponía una cerveza_ Aunque yo de vosotros me pensaría seriamente lo de ir allí, no es un lugar que esté muy bien visto.

_ ¿Qué quiere decir con eso?_ Le espeté al hombre.

_ Quiero decir que no tiene muy buena fama y vosotros parecéis bastante jóvenes para eso_ Contestó el hombre a modo de crítica_ Aunque entiendo al chaval, estás de muy buen ver chiquilla.

_ ¿Está insinuando qué...

_ Muchas gracias. Daremos por supuesto que usted conoce bien las instalaciones del lugar y tendremos en cuenta su recomendación_ Respondió Leo con fiereza, cortando lo que yo estaba diciendo y agarrándome del brazo para que saliésemos rápido de allí.

La verdad es que la cara que puso aquél hombre al escuchar eso no tuvo desperdicio.

Llegamos en menos de quince minutos al hostal, pero se ve que no éramos los únicos allí puesto que el aparcamiento estaba totalmente lleno, parecía que se había concentrado aquí todo el pueblo.

Una vez llegamos a recepción, lo único que pudimos observar es una cola interminable de parejas de todo tipo. En ese momento, entendí al hombre del bar. No pude hacer otra cosa que mirar a Leo con una cara que no hubiese sabido describir ni yo misma, iba desde la sorpresa hasta la repulsión, aunque su expresión fue totalmente carente de emoción alguna. Tras lo que me pareció un largo tiempo (teniendo que soportar que la pareja de delante se magrease sin pudor alguna) por fin era nuestro turno.

_ Hola, ¿Nos podría dar dos habitaciones individuales solo para esta noche, por favor?_ Preguntó Leo en tono educado a la única recepcionista de aquel lugar.

_ Disculpe, ahora mismo solo disponemos de una habitación doble. En caso de que quieran habitaciones separadas, tendrían que esperar hasta las cuatro de la madrugada, que es cuando se quedará vacía una de las habitaciones reservadas_ Nos dijo la mujer, que al parecer se había sorprendido de que no quisiésemos una habitación compartida. Y era comprensible, visto lo visto, yo también me sorprendería.

Ahora, la habíamos liado. Yo no iba a dormir con él en la misma habitación, me niego. Prefería esperar hasta las cuatro, total, solo quedaban seis horas, ¿No?. Esto no podía ir de mal en peor.

_ Nos quedamos la habitación_ Dijo Leo de repente, como si nada.

_ ¡¿Qué?!_ Exclamé, puede que demasiado alto_ ¿Mi opinión no cuenta aquí o qué?

No me prestó atención, se dispuso a pagar la habitación rápidamente. Vi como la recepcionista me echó alguna que otra mirada risueña, supongo que le haría gracia la situación o algo. Pero a mi no me hacía ni puñetera gracia esto, por lo que me dediqué a fulminar con la mirada a Leo, que me ignoraba como nunca, claramente le era más fácil hacerlo teniendo en cuenta que me sacaba una cabeza y lo único que tenía que hacer para pasar de mí era no mirar hacia abajo. Maldito imbécil. Cuando terminó los tramites llegó otra mujer, supongo que sería familiar de la recepcionista puesto que eran muy similares físicamente, ambas con el pelo de un rubio ceniza y bastante rizado, ojos castaños algo hundidos y labios extremadamente finos, tampoco parecían llevarse mucho tiempo, las dos eran de una mediana edad, aunque la que llegó ahora parecía ser más mayor que la recepcionista. Nos informó de que nos iba a acompañar a la habitación, la cual estaba en el último piso, siguiendo un pasillo interminable, con las paredes pintadas de un tono ocre desgastado y el suelo cubierto de una moqueta de un color oscuro indescifrable. No habían ni cuadros ni ningún objeto de decoración en aquél pasillo, al contrario de la recepción donde habían cuadros y plantas por doquier.

Llegamos a la habitación, también cubierta de una moqueta, que por el contrario a la del pasillo, era más clara y blanquecina, más en unos lados que en otros, no quería preguntarme por qué. No habían muchos muebles, quitando la cama, que contaba con un par de mesitas de madera oscura, un armario pequeño y un minibar, no había nada más, ni televisión, ni cómoda, ni siquiera la cama tenía una cabezal. Eso sí, la cama era bastante grande, cubierta por unas sábanas blancas que parecían limpias, o eso esperaba.

Ahora llegaba el conflicto, no había ningún sofá, ¿Íbamos a tener que dormir juntos?, aunque si Leo era un buen caballero, podía dormir en el suelo, ya que esto es su culpa.

_ Me pido el lado izquierdo_ Dijo con toda la tranquilidad del mundo mientras dejaba las maletas en el armario.

_ De eso nada, yo no pienso dormir contigo_ Le espeté cabreada.

_ ¿Ah, sí?, ¿Y dónde pretendes dormir?_ Soltó con fanfarronería.

Sí, el Leo imbécil e irrespetuoso que conocía había vuelto.

_ Creo que podrías dormir perfectamente en la bañera, la tendrías para ti solo_ Le contesté también con fanfarronería.

_ La bañera te la podemos dejar a ti, que eres mucho más enana_ Dijo de manera cortante.

Después de discusión, no me quedó otra a acceder a dormir con ese engendro en la misma cama. Aún así me las apañé para llamar a recepción a que trajesen más almohadas. Y así creé una barrera en medio de la cama, así no tendría que tocarle ni con un palo esa noche.

_ ¿En serio, Emma?, pensaba que te haría más ilusión pasar la noche con un tío como yo_ Dijo con sorna el muy imbécil al ver el fuerte que había montado.

Decidí ignorarle y me metí en el baño a ponerme el pijama y lavarme los dientes. Mi sorpresa fue ver el pijama que había en la maleta, ¡¿Quién había dejado eso ahí?!. Esa pregunta no duró mucho, cuando saqué el pijama, cayó una notita, antes de leerla ya me imaginaba quién podía haber sido el gracioso.

"Sabía que querrías ese camisón tan sexy para pasarlo bien con tu locomotora, no hace falta que me des las gracias. E."

Valiente gilipollas, no había tampoco ningún otro pijama en la maleta. ¡¿Cómo se le ocurría hacer esto?!. ¿Qué narices iba a hacer ahora?, no podía aparecer de esa guisa delante de Leo, ya solo faltaría eso. No quiero que me vea con eso puesto, tiene tanto escote que no deja nada a la imaginación, sin contar que es terriblemente corto y semitransparente, lo peor de todo es que eso fue el regalo de mi madre por mis diecisiete cumpleaños. Creo que incluso sería mejor dormir con la ropa de calle, sí definitivamente, eso es lo que haría, al fina y al cabo, mi ropa solía ser cómoda, por lo que no habría problema. Salí del baño con la cabeza alta, la maleta en la mano y sin haberme cambiado. Pegué un leve chillido al encontrarme a Leo en calzoncillos.

_ ¿Quieres dejar de ser tan chillona?_ Me espetó Leo con burla_ Yo duermo así y da gracias que llevo algo puesto_ Dicho esto sin ápice de pudor, se tumbó en su lado de la cama_ ¿Tú no deberías cambiarte?.

_ Podrías tener algo de decencia y ponerte algo de ropa_ Le espeté sonrojada y cabreada_ Y no, yo duermo así.

_ No seas tiquismiquis y ponte el pijama_ Me dijo riéndose de mi expresión_ Prometo no reírme de tu pijama, aunque sea de ositos_ Se rió más_ Vamos, no te sientas acomplejada_ Con su habitual fanfarronería me guiñó un ojo.

Esto era la guerra. ¿En serio se iba a burlar de mi él?. volví al baño hecha una fiera. Miré el camisón perfectamente doblado en la maleta "Sí, se va a enterar".

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Te he nominado al premio Liebster Award en mi blog (http://lecturnia.blogspot.com.es/2015/07/liebster-award.html) Pásate.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola! Muchas gracias por nominarme ^^ Ahora mismo me paso por allí.

      Muchos besos, ¡Nos leemos!

      Eliminar

¡Hola chic@s! Si habéis llegado hasta aquí es que habéis leído la entrada que he escrito (cosa que me alegra mucho, mucho) por lo que solo me queda recordaros que vuestras opiniones son muy importantes para mí y estaré encantada de leeros y conoceros un poquito más, dicho esto, ¡No seáis tímidos! ^^