Hay quien dice que no hay luz sin oscuridad, otros dicen que solo existe la más inmaculada luz o el más oscuro abismo. Sinceramente, yo les doy la razón a ambos, ¿Por qué? Creo haber conocido lo que ellos afirman, he visto con mis propios ojos la más increíble y pura luz pero también he visto la más profunda y abrumadora oscuridad. Y aunque parecen enfrentados entre sí en una guerra eterna también hay quien dice que los polos opuestos se atraen, sí, como lo que te decían cuando eras pequeño y te molestaba el tonto de turno de la escuela “¡Los que se pelean se desean!”, quería dar patadas voladoras a todo aquél que me dijese esa frase, había demasiados tontos de turno en mí escuela.
Pero… ¿Y sí eso es cierto?, una historia de amor imposible que encuentra posibilidad, porque no nos engañemos, la encuentra, sino no sería una historia de amor y claro, eso sí que no vende, nadie quiere que acabe mal una historia de amor y quien diga lo contrario no tiene corazón, eso o miente.
Yo creo poder decir que he vivido una historia de amor imposible, con posibilidad, y no porque se interpusiera entre nosotros una maldición milenaria… nos bastaba con nuestras diferencias. Por eso puedo afirmar que los polos opuestos se atraen, es más, se pueden amar. La más pura luz necesita el amparo de la oscuridad tanto como esta última lo necesita de la primera.
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¡Hola chic@s! Si habéis llegado hasta aquí es que habéis leído la entrada que he escrito (cosa que me alegra mucho, mucho) por lo que solo me queda recordaros que vuestras opiniones son muy importantes para mí y estaré encantada de leeros y conoceros un poquito más, dicho esto, ¡No seáis tímidos! ^^